Los Picos de Europa son el impresionante escenario natural que acoge esta magnífica propiedad, resultado de la restauración que hicieron sus actuales dueños de un conjunto de edificaciones (alguna de las cuales data del siglo XV) que, en su momento, fueron la casa de labranza de sus padres. Una restauración que ha permitido conservar la estructura original, materiales típicos de la zona- piedra y castaño huecos, ventanas, puertas y forjados, etc. de manera que, sin alterar los valores propios del conjunto, se han potenciado los mismos guardando una perfecta armonía con el entorno y la propia arquitectura tradicional.
Donde en tiempos no lejanos picoteaban las gallinas es hoy un pequeño y coqueto jardín por el que se accede al zaguán de la casa. La vieja cuadra es hoy el comedor, y junto a él, ambientado por una chimenea, se encuentra la sala de estar.
Dispone de nueve dormitorios amplios y cómodos, todos con su baño incorporado. Están distribuidos en tres plantas, siendo abuhardillados los del piso superior.
La decoración se ha llevado a cabo de manera emotiva y estética, con ánimo artesano, mimando los detalles, recreándose en la memoria.
Es una casona perfecta para desconectar de la ciudad. Para compartir con la familia y los amigos momentos entrañables de sosiego, pero también de aventuras, todas las que la naturaleza pone a nuestra disposición en un entorno lleno de posibilidades. Una casona generadora de recuerdos inolvidables.
Pero también es perfecta para albergar un pequeño hotel rural, como sus propietarios hacen hasta el momento y desde hace más de 25 años. Un negocio familiar rentable y con muy buena reputación. Un negocio ideal para gestionar en pareja o con pocos empleados que puedes adquirir, además del propio inmueble, y que te permitirá aprovechar la exitosa trayectoria del establecimiento. Así no tendrás que empezar de cero.
Y tanto si la quieres para vivienda como para hotel, existe la posibilidad de adquirir aparte el mobiliario de las diferentes estancias de la casa: objetos decorativos únicos, herramientas de artesano casi tan antiguas como los muros de la casa, un piano, modernos colchones de látex, mantas de pura lana virgen, lencería de cama y mesa de alta calidad, menaje, ....
Alevia es una pequeña Aldea, con unos 55 habitantes, que forma parte del Concejo de Peñamellera Baja, el más oriental de los asturianos, a pocos kilómetros de Llanes y de San Vicente de la Barquera.
La pesca en los ríos Cares y Deva es sin duda uno de los grandes atractivos de la comarca. Además, puedes practicar senderismo tanto en montaña como en costa, deportes de aventura, rutas a caballo, visitar los pueblos cercanos, con impresionantes vistas y un patrimonio histórico muy interesante, disfrutar de bosques repletos de setas, avellanas, nueces, castañas... según la temporada, y, por supuesto, de la gastronomía y la sidra. Es un placer comer en cualquier rincón de la zona y probar las especialidades. O disfrutar de las múltiples fiestas y ferias (del queso, del orujo, del pote, de ganado, medievales) en las que siempre se es bienvenido.
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