Le presentamos esta propiedad con mucho carácter y mucha dignidad en el centro de Sant Lluís, un cotizado pueblo al sureste de la isla, a poca distancia de Mahón, del aeropuerto y de las hermosas playas del sur. Se trata de una magnífica casa señorial de dos plantas de 320m2, construida en el año 1907 y reformada en 1996, en una parcela de 1659m2. A pesar de su centralidad goza de mucha privacidad. Desde el portal se observa la impresionante fachada original de la casa, al estilo colonial, orientada al sur, que se divide en la casa principal en el centro y dos alas, un porche a la izquierda y un anexo a la derecha. Destacan sus acabados antiguos y su buen estado de conservación, en el interior encontramos paredes y techos altos con estucado y pinturas murales inspirados en paisajes menorquines, suelos de baldosas originales y escaleras de mármol. En la planta baja se distribuyen un recibidor bien iluminado gracias al portal de vidrio, un despacho-biblioteca, una estancia interior, una sala muy luminosa de grandes dimensiones, un baño, una sala acristalada tipo invernadero, la cocina con salida al exterior y un lavadero. A través de una majestuosa escalera de mármol se llega a la primera planta con tres dormitorios, un baño y un vestidor. En la azotea se encuentra una terraza con unas maravillosas vistas sobre el pueblo. La casa está dotada de una calefacción central de gasoil, de aire acondicionado y de ventiladores e techo. En el exterior de la casa principal encontramos dos porches, un tendero exterior con acceso a una terraza solárium. La casa está rodeada por un encantador jardín que invita a pasear y descansar, con dos estanques, plantas aromáticas, árboles que ofrecen sombra y rincones muy acogedores. Enfrente de la casa hay la zona de la piscina, con una piscina de aproximadamente 50m2 y con un edificio anexo con baño y agua que sirve de comedor - lugar de barbacoa. La propiedad cuenta con un garaje con capacidad para dos vehículos y un leñero. En total hay 409m2 construidos. Esta propiedad única invita a ser habitada y disfrutada por una familia que sepa apreciar su belleza y su historia.
