Estas fincas de excepcional belleza tienen el encanto especial que caracteriza a las casas de media y alta región de Canarias: sencilla, hospitalaria y sobre todo muy acogedora.
Aquí se experimenta un ambiente familiar, que hace que el visitante se sienta como en su propia casa.
Rodeado del paisaje típico de la isla, con pequeños huertos y huertos donde se cultivan patatas, viñas, aguacates y árboles frutales, que en primavera brillan en su esplendor floreciente, nos deleita en verano con sus frutos, ciruelas, higos, peras, uvas, etc...
Estas fincas rústicas te invitan a disfrutar de la vida tranquila del campo, de la naturaleza y a vivir como en el interior de Tenerife. El alojamiento rural típico es un lugar perfecto para relajarse en un ambiente muy tranquilo y acogedor.
Lo natural y el entorno rústico ofrecen un panorama incomparable, donde se puede admirar y disfrutar el silencio, la naturaleza, los aromas de las plantas y la calidez y la amabilidad de los canarios.
Alrededor de las fincas hay extensos jardines canarios con una gran variedad de flora. Las casitas típicas canarias fueron modernizadas todas en 2013.
Debido a las condiciones específicas del agua en las Islas Canarias, el agua es un recurso precioso y escaso, por lo que en las fincas se utilizan las siguientes instalaciones: Sanitarios ahorradores de agua, limitación de presión en las duchas, sistemas de recogida de agua de lluvia para el posterior riego del jardín así como la recuperación de agua caliente mediante paneles solares, bombillas ahorradoras de energía, no utilización de pesticidas o productos nocivos en jardinería y separación de residuos para cualquier tipo de residuo.
Una de las viviendas de un dormitorio consta de un antiguo anexo al edificio principal, donde se ubicaba la cocina y la bodega, actualmente cuenta con una habitación doble, un baño, una cocina totalmente equipada y una acogedora sala de estar con chimenea. Desde la terraza se puede disfrutar del jardín y acceder a los terrenos de la propiedad: Barbacoa, piscina, spa, lavadero.
Uno de los antiguos edificios principales de la propiedad cuenta actualmente con dos dormitorios dobles (uno con cama de matrimonio y otro con dos camas individuales), dos cuartos de baño (uno con hidromasaje y el otro con ducha), una cocina totalmente equipada, así como un amplio y confortable salón comedor (antiguo establo) con chimenea. Desde la terraza se puede experimentar el jardín y también llegar a los terrenos de la propiedad: Barbacoa, piscina, spa, lavandería.
Todas las casas tienen calefacción, TV vía satélite, WIFI (fibra óptica), lavandería, caja de electricidad, pequeña biblioteca, mobiliario de jardín y tumbonas, aparcamiento y piscina comunitaria.
Desde La Esperanza hay muchas actividades para elegir: Senderismo, golf, parapente, buceo y surfing.
Lugar:
La isla de Tenerife ofrece un sinfín de paisajes: desde las cumbres montañosas del Teide hasta los densos bosques pluviales de zona de Anaga, pasando por las playas de arena amarilla y oscura de la isla.
La Esperanza debe su nombre al sentimiento de esperanza que sintieron los conquistadores castellanos al ver su campamento desde aquí cuando huyeron de la batalla de Acentejo, que habían perdido ante los guanches.
El pueblo está situado a una altitud media de 879 metros sobre el nivel del mar en una llanura frente al Parque Nacional del Teide.
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