Descubre esta excepcional residencia diseñada por el propietario, Pio Junco del Pandal, un indiano de Cuba con una visión vanguardista en la arquitectura Influenciado por su tío Celestino del Pandal
Sánchez, distinguido arquitecto en el Ayuntamiento de Matanzas y formado en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, Pio Junco regresó a Cuba para plasmar su
pasión por el diseño y la innovación.
Bajo la tutela de su tío, Pio Junco adquirió habilidades como maestro de obras, perito agrícola y mercantil.
El Castillo, originalmente destinado como su residencia de verano, es un testimonio de innovación, ya que introdujo una estructura revolucionaria de vigas y pilares de hormigón armado en la década de 1930, marcando un hito significativo en la arquitectura rural de la época.
Esta casa, de planta cuadrangular con sótano y tres plantas, incluyendo una singular torre adicional, presenta una entrada principal al sur con una encantadora escalinata.
Destaca su espacioa recepcion, que consiste en una galería techada y abierta, sostenida por elegantes columnas clásicas en el primer nivel y cerrada con un ventanal en el segundo. El tejado a cuatro aguas añade un toque tradicional, mientras que la escalera en el cuerpo adosado al norte, con su propio tejado a cuatro aguas, es una característica distintiva de esta magnífica propiedad.
Cuenta con más de 9 habitaciones, amplios salones y una cocina con fantásticas vistas tanto a la montaña como al mar. Este tipo de residencia ofrece una amplia variedad de posibilidades para distintos estilos de vida y necesidades.
Con tantas habitaciones, podrías utilizar los espacios adicionales como dormitorios para invitados, u oficinas en casa.
Los salones amplios brindan la oportunidad de crear múltiples ambientes, desde zonas de estar formales hasta áreas más informales para el entretenimiento y reuniones sociales. Además, la cocina con vistas panorámicas a la montaña y al mar proporciona un escenario encantador para disfrutar mientras se cocina o se comparte momentos especiales con familiares y amigos.
Las vistas a la montaña y al mar agregan un valor increíble a la propiedad, ofreciendo un paisaje cambiante y una sensación de conexión con la naturaleza que puede ser disfrutada desde diferentes áreas de la casa, como balcones, terrazas o ventanas panorámicas.
En resumen, una propiedad con estas características no solo ofrece comodidad y funcionalidad, sino que también brinda la oportunidad de disfrutar de un entorno excepcional y vistas impresionantes que enriquecerán la experiencia de vida en el hogar ¡Una auténtica joya arquitectónica que no te puedes perder!
