Imponente casa de piedra, enmarcada en una preciosa finca ubicada en Orejo. Disfruta del entorno rural en una gran casa familiar a tan solo quince minutos de las hermosas playas del litoral Cantábrico.
Construida con un estilo arquitectónico propio de la región y cierto aire colonial en sus solanas de forja mirando al sur, desde donde se disfruta de la belleza de los magnolios al pie de la casa. Una propiedad familiar con amplios espacios diáfanos, ideal para alojar una gran familia y disfrutar con amigos en un entorno rural de gran belleza.
Tres magnificas plantas distribuyen los múltiples espacios de esta gran casa, varios salones en planta baja, el principal con más de setenta metros cuadrados presidido por su elegante chimenea de mármol, rodeada de luz que entra por sus ventanales que dan al sur, al este y también al oeste. Ocho amplias habitaciones, seis de ellas con baño en suite, algunas de ellas con balcones orientados al sur, y otras con acceso al mirador principal, o a su gran terraza desde la que podemos disfrutar de la belleza de su jardín.
Espectacular es su finca de tres mil seiscientos metros cuadrados, un precioso jardín que rodea toda la propiedad con gran variedad de árboles un estanque y una casita acristalada en el centro del jardín donde celebrar barbacoas con amigos, eventos familiares o simplemente disfrutar de la vida al aire libre.
La casa está ubicada en Orejo, localidad del municipio de Marina de Cudeyo, es el pueblo más meridional del término municipal se encuentra surcado por las rías de San Salvador y de Cubas. La localidad se encuentra a 47 metros de altitud sobre el nivel del mar, y a 1,3 kilómetros de la capital municipal, Rubayo.
Orejo está ubicado a tan solo veinte minutos de la capital Santander, y a poco más de diez minutos del Real Golf de Pedreña y de las preciosas playas de arena blanca de Somo, Loredo, y Langre.
Una ubicación estratégica, ya que, frente a la propiedad está la estación de tren de FEVE, en la que confluyen las líneas Santander-Bilbao y la Santander-Liérganes.
