Única en Barcelona
Propiedad de lujo en la carretera de les Aigües, junto al parc de Collserola, en una urbanización exclusiva situada en la ladera de la montaña, con las mejores vistas posibles sobre Barcelona y la máxima luminosidad.
Actualmente, la casa está dividida en cinco espacios independientes más el garaje.
Al llegar por la carretera de les Aigües, aparcamos nuestro vehículo en una de las tres plazas exteriores, cubiertas, que quedan junto a la puerta.
Accedemos a la vivienda para encontrarnos en el piso superior del primer volumen, correspondiente a la habitación principal, con su vestidor, su baño en suite, su solárium y su terraza.
La localización de la propiedad y su orientación este brindan la extraordinaria posibilidad de contemplar la ciudad y el amanecer sobre el mar desde todos los espacios nobles.
Al bajar por un tramo de escaleras llegamos al impresionante salón comedor, con su cristalera corrida de lado a lado que asombra al mostrar esas vistas incomparables de la ciudad.
En la misma planta, la cocina da paso, hacia la izquierda, al agradable comedor familiar de diario, y a la derecha, a la zona de la piscina, con su mesa para seis personas, el espacio ajardinado y la terraza solárium de madera.
Al bajar al siguiente nivel, antes conectado con el salón mediante una escalera interior pero ahora disgregado, nos encontramos en una nueva terraza, con baldosas de cerámica artesanal y, a lado y lado, jardineras donde crecen diferentes especies de plantas.
A dicha terraza dan dos estudios, uno totalmente acristalado, con cocina americana y baño, y el otro -tras un agradable porche de entrada donde hubo habilitada una cocina exterior-, consistente en un gran espacio diáfano y un baño.
Una escalera nos conduce por el jardín al último espacio habitable, una sala polivalente ideal para habilitar un estudio, ya sea de yoga, de pintura, de música.. .
Finalmente, en el nivel inferior, correspondiente al de la calle Maduixer, está el garaje cerrado, con capacidad para dos coches.
Los volúmenes existentes, por supuesto, podrían conservarse; también se podría recuperar con facilidad la distribución anterior con los pisos central e inferior comunicados, y, claro está, cabría optar por una remodelación total.
Pero ninguna descripción puede evocar nada parecido a lo que es encontrarse en esta casa. Hay que estar.
