Golf Paradise es una joya residencial ubicada en uno de los escasos campos de golf boscosos de Europa, a solo 200 metros a pie de la impresionante y extensa playa de arena fina en Pals, Costa Brava. Muy atractivo para los golfistas es el hecho de que la casa está construida a 3 metros más alta que el green. Así que no necesitas vallas y siempre puedes observar el juego de golf en un rango de 270 grados.
Estratégicamente situada al final de una calle sin salida, la propiedad está rodeada por tres lados del campo de golf Platja de Pals, elevándose aproximadamente a 2,50 metros sobre el nivel del suelo. Construida en 2002 con un encantador estilo catalán, la villa se encuentra en una generosa parcela totalmente plana de aproximadamente 1.255 m2 e incluye una casa principal conectada por un porche a un apartamento de invitados independiente. Desde la amplia piscina, se disfrutan vistas infinitas al green del hoyo 13.
En la planta baja, el sótano alberga un espacioso garaje de aproximadamente 260 m2 y una zona adicional con un dormitorio y un baño. La casa principal presenta una entrada, aseo de cortesía, un amplio salón con comedor y puertas correderas que se abren a la terraza con una generosa piscina infinita. La cocina, totalmente equipada, también dispone de puertas correderas a la terraza con barbacoa, un estudio y un amplio dormitorio principal en suite.
La casa de huéspedes cuenta con una entrada independiente, un amplio dormitorio con baño en suite y acceso directo al jardín, así como dos dormitorios dobles y un baño adicional. En total, la villa abarca una superficie construida de 218 m2 con 5 dormitorios y 4 baños.
Características adicionales destacables incluyen calefacción central a gasoil, una instalación mejorada en aire acondicionado, 16 placas solares, bodega, descalcificador, 2 chimeneas, piscina de agua salada, orientación sur y vistas impresionantes al campo de golf. Además, existe la opción de conectar las dos áreas construidas en una sola planta para mayor comodidad. Las paredes externas están cubiertas con las únicas piedras catalanas que no necesitan ser pintadas. Suelo de hormigón plano.
