Espectacular finca con complejo de turismo rural en Arcos de la Frontera, Cádiz. Ubicado en el valle de Guadalete, en lo alto de una colina, desde donde se puede contemplar unas preciosas vistas al que está considerado unos de los pueblos más bonitos de España.
Con una superficie de 7,5 hectáreas, se encuentra a 30 minutos de Jerez, 1 hora de Sevilla, y 2 horas de Málaga, tres principales ciudades que cuentan con aeropuerto internacional.
El edificio principal es un cortijo andaluz que data del siglo XIX, con una superficie construida de 293 m² distribuidos en dos plantas. Dispone de cuatro grandes y luminosos dormitorios decorados con exquisito gusto. Cada uno de ellos tiene baño privado, ventilador en el techo y vistas al jardín.
Amplia cocina muy bien iluminada y equipada con electrodomésticos.
Existe otra vivienda de 186 m² que cuenta con un gran salón, cocina, dos dormitorios y dos baños.
Todo está decorado de forma especial manteniendo el más puro estilo tradicional andaluz.
En el exterior del cortijo encontramos un precioso porche con vistas a un enorme jardín de más de 10.000 m², donde encontramos árboles centenarios, en los que relajarse bajo su sombra en verano, y desde el que se puede disfrutar de un espacio único al aire libre.
Dispone de una gran piscina (14 m x 8 m), donde disfrutar de los muchos días de sol, incluso en invierno. Desde aquí se divisa Arcos a lo lejos.
En una zona ajardinada encontramos un increíble carromato gitano que dispone de una cama doble, baño, frigorífico y aire acondicionado.
Al otro lado del Cortijo existe una zona donde se albergan 3 grandes tiendas de gambling, de estilo jaima béreber, con una decoración excepcional. Todas cuentan con una cama de matrimonio, baño privado, ventilador y un chill out comunitario.
Encontramos también otra edificación de 55 m² que sirve de almacén, taller de mantenimiento y trastero.
Cuenta con praderas y gran variedad de árboles frutales.
Un olivar de más de 3 hectáreas que produce cada año más de 2.000 Kg de aceite.
Un terreno de labor para siembra de cereales con una superficie de 2,5 hectáreas.
Es un lugar mágico, con unas preciosas vistas a Arcos de la Frontera y a todo el paisaje que lo rodea.
